DOS POR UNA

¡Y por el mismo precio, oiga!.

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NAZARENO MINUSVÁLIDO

¿La gente sabe lo que hace cuando hace lo que hace?
El otro día vi una procesión por televisión en la que me llamó la atención que había un nazareno con su capirote que la hacía en silla de ruedas. Lo primero que se me ocurrió fue: “Pero ¡hombre de Dios! ¿no le parece a usted que ya tiene suficiente cruz con la que carga usted durante todo el año?” Inmediatamente lo pensé otro poco y dije: “¡qué tontería! Para él lo normal es ir en silla de ruedas. Si quiere pagar por su pecados habrá de añadir algo penoso a su condición normal.”
Pero observándolo aún más me di cuenta que el tipo o era muy listo o era muy tonto. Vosotros juzgareis.
Aquel penitente sentado en su silla de ruedas hacia la procesión... ¡descalzo!

LA VERDAD ES EL TODO

Vamos a ver si nos aclaramos. Cuando yo digo “ABC” algunos piensan que porque digo las tres primeras letras del alfabeto con mucha rotundidad me creo que lo digo entero. No. Cuando digo “ABC” sé lo que digo. Soy consciente de que pronunciar esos sonidos, por muy bien que lo haga, (que lo hago) no es recitar el alfabeto completo. No soy tan tonto como para no darme cuenta de que hay gente en el resto del país e incluso en el resto del mundo que saben otras letras y también las pronuncian muy bien, incluso otros tienen razón para reivindicar otras distintas. Que a mí me gustaría saber todas las letras y sería feliz si pudiera nombrarlas todas, de la primera a la última, no quiere decir que ya lo consiga. Lo repito: me gustaría pero hoy aún no. Aunque escucho a unos y a otros con mucho interés y no pierdo la esperanza de poder un día cumplir mi sueño.

Comentario de texto a una frase de Hegel: “La verdad es el todo”.