Había encontrado en el guguel una imagen co*?·/! de un tipo tatuado con un Cristo como el descrito, peeeeeeero...al ver la foto en grande, en resulta que era de una autopsia, en una página de cadáveres no identificados, que desde luego, como decía aquel, hay webmasters pa tó. Además, que se le veía claramente la cremallera desde la nuez hasta el ojo del Cristo. Muy mal rollito. Así que he decidido colocar una más ligth. par que luego digan que una es mala...
DIARIO DE UN GIMNASIO 2
Estoy en el gimnasio y mientras corro sobre una cinta rodante me entretengo, como siempre, mirando al personal. En este caso al masculino, para que luego digan.
Delante y a mi derecha, tengo a un tipo con la cabeza de Cristo tatuada en el hombro. No es un tatuaje pequeño. Ocupa todo el deltoides que creo que es como se llama ese músculo. Como de un palmo de grande. Hay que tener valor para pintarse en la piel de por vida la cabeza de un Cristo doliente. Tiene una pedazo de corona de espinas que ella solita daría para un tatuaje grande. Creo que el modelo está sacado de algún cuadro clásico. El Cristo de Velázquez no es, porque sé que la melena le tapa media cara y a éste se le ven los dos ojos y los tiene levantados hacia lo alto, como rezando al Padre.
Lo más sorprendente es que quien lo lleva no es un legionario de sesenta años, es un hombre de venticinco todo lo más. Donde otros de su edad se ponen una calavera tuneada de fuego a la que le entra una serpiente por un ojo y le sale por el otro, este joven se ha puesto la cabeza de un Cristo de Murillo.
En plena sociedad secularizada donde la religión se está convirtiendo en un hecho privado y cuando en los últimos colegios hay padres que montan un pollo para que quiten los crucifijos que quedan en algunas aulas, un chaval va y se planta un Cristo de un palmo de grande en el hombro. Me cuesta entenderlo. Choca. Creo que nunca me pondré un tatuaje, en todo caso uno pequeñito. Me gusta más el Cristo de Velásquez que el de este hombre/hombro, pero me agrada la valentía del tipo. Si, señor, con un par.
Delante y a mi derecha, tengo a un tipo con la cabeza de Cristo tatuada en el hombro. No es un tatuaje pequeño. Ocupa todo el deltoides que creo que es como se llama ese músculo. Como de un palmo de grande. Hay que tener valor para pintarse en la piel de por vida la cabeza de un Cristo doliente. Tiene una pedazo de corona de espinas que ella solita daría para un tatuaje grande. Creo que el modelo está sacado de algún cuadro clásico. El Cristo de Velázquez no es, porque sé que la melena le tapa media cara y a éste se le ven los dos ojos y los tiene levantados hacia lo alto, como rezando al Padre.
Lo más sorprendente es que quien lo lleva no es un legionario de sesenta años, es un hombre de venticinco todo lo más. Donde otros de su edad se ponen una calavera tuneada de fuego a la que le entra una serpiente por un ojo y le sale por el otro, este joven se ha puesto la cabeza de un Cristo de Murillo.
En plena sociedad secularizada donde la religión se está convirtiendo en un hecho privado y cuando en los últimos colegios hay padres que montan un pollo para que quiten los crucifijos que quedan en algunas aulas, un chaval va y se planta un Cristo de un palmo de grande en el hombro. Me cuesta entenderlo. Choca. Creo que nunca me pondré un tatuaje, en todo caso uno pequeñito. Me gusta más el Cristo de Velásquez que el de este hombre/hombro, pero me agrada la valentía del tipo. Si, señor, con un par.
4 comentarios:
No entran comentarios con el nick
Sí que entran
¿entran?
Pues en el tuyo no
ni con nick ni sin él.
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